A lo largo de la vida, es natural que pasemos por momentos de dolor,tristeza y depresión. Por desgracia, si nos dejamos arrastrar por esta espiral descendente y nos dejamos abrumar por el desánimo, hasta el punto de sentirnos indefensos y sin esperanza, podemos llegar a pensar en quitarnos la vida.
En esos momentos, un familiar o un amigo fallecido puede volver de la muerte para persuadirnos de que el suicidio no es una alternativa ni apropiaba ni aceptable. Vuelven para recordarnos que "esto también pasará" y para decirnos que vale la pena vivir la vida.
Danielle tiene dieciséis años, experimentó un fenómeno decisivo tres años después de que su abuela muriera de cáncer.
"Estábamos en verano y yo había cumplido los trece años. Estaba muy deprimida. Esa noche, estaba sentada en mi cama llorando y pensando en suicidarme. No sé por qué empecé a llamar a mi abuela:
-¡Ayúdame, abuela! ¡Te necesito ahora mismo!
¡Mi abuela se me apareció al momento, allí mismo, a los pies de la cama! Llevaba puesta una túnica blanca preciosa, realmente parecía un ángel. Tenía un aura alrededor , en colores pastel. Estos colores siempre me hacían pensar en Dios y en el cielo.
La abuela me dijo:
-Todo va a ir bien. Di una oración antes de irte a dormir. Te quiero mucho.-
Fue un apoyo muy grande. Y, cuando me lo dijo, sentí una calidez en todo el cuerpo. Le dije que yo también la quería mucho y le di las gracias. Y realmente sentí por dentro: "¡Todo va a ir bien!" luego dije una oración y me fui a dormir.
Desde entonces, me siento cada vez más contenta conmigo misma.
He madurado mental y emocionalmente gracias a mi abuela.
El testimonio que hemos elegido subraya el aumento alarmante del índice de suicidios de adolescentes en nuestra sociedad. Muchos de ellos intentan suicidarse apra escapar de la depresión y la pérdida de autoestima, y hacen realidad el trágico refrán: "El suicidio es una solución permanente para un problema pasajero".
Saludos desde el cielo (Bill y Judy Guggenheim)
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