-Ahora cierra los ojos y atiende a mi relato. No estamos atados a la tierra. Tu respiración es una puerta que conduce a lugares mucho más allá de ella, e incluso más allá de este cuerpo en el que habitas por el momento. No te dejes atrapar por el miedo a perderte. Permite que tu respiración sea su propia vida, y dejala en libertad. Confía en mi. estás protegida.
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