Durante generaciones hemos permitido que el número que corresponde a años que llevamos en el planeta nos diga cómo hemos de sentirnos, vernos y comportarnos. Como ocurre en muchos otros aspectos de la vida, lo que aceptamos y creemos mentalmente se convierte en verdad para nosotros. Bueno, ya es hora de cambiar nuestras creencias acerca del evejecimiento y la vejez. Cuando miro a mi alrededor y veo a personas mayores frágiles, débiles, enfermas y asustadas, me digo: "No tiene por qué ser así". Muchos hemos aprendido que cambiando nuestra forma de pensar podemos cambiar nuestra vida. Así pues, sé que podemos cambiar nuestra vida, sé que podemos hacer que le proceso de envejecimiento sea una experiencia de positiva, vibrante y sana.
Veo mucho miedo entre las personas mayores: miedo al cambio, ala pobreza, a la enfermedad, a la soledad y, por encima de todo, a la muerte. Realmente creo que todo ses miedo es innecesario. Es algo que se nos ha enseñado, ha sido programado en nosotros. Es simplemente forma habitual de pensar, y se puede cambiar.
El pensamiento negativo es predominante entre muchas personas durante sus años de vejez, y en consecuencia, viven descontentas. Es esencial tener siempre presente que lo que pensamos y decimos se convierte en nuestra experiencia.
Muchos estamos entrando en la categoría de personas mayores, y ya es hora de ver la vida de un modo diferente. No tenemos por qué vivir nuestros años de vejez como los vivieron nuestros padres. Podemos crearnos una nueva manera de vivir, podemos cambiar las reglas.
En lugar de limitarnos a envejecer, renunciar y morir, hagamos una inmensa aportación a la vida. Tenemos el tiempo, el conocimiento y la sabiduría que necesitamos para colaborar en el mundo con amor y poder.
No hay comentarios:
Publicar un comentario