Intestino grueso: un vertedero y al mismo tiempo una depuradora.
Su función es de menor entidad que la que realiza el intestino delgado y tiene la misión de completar la degradación de algunos residuos y de reabsorber el agua, lo que les da a las heces su consistencia característica. Es el depósito de los desechos del alimento, con una longitud de 1,5 metros y puede alcanzar un diámetro de hasta nueve centímetros. El recto es el “vertedero” de los deshechos sólidos, donde se depositan las heces hasta ser expulsadas.
Las dolencias en el intestino grueso significan que retenemos las cosas, que tenemos miedo de liberar, de abandonar y de cicatrizar las malas experiencias, lo viejo. Un problema en el intestino grueso se produce en la persona que no consigue deshacerse de viejas ideas o creencias que ya no le son necesarias (estreñimiento) o que rechaza demasiado rápido los pensamientos que podrían beneficiarle (diarrea). A menudo sufre contrariedades fuertes que le resultan imposibles de digerir.
Como dice T. Dethlefsen, el intestino grueso es también un reino de los muertos, lugar en el que puede producirse la fermentación -proceso de putrefacción y muerte-, donde se encuentran las sustancias que no pueden ser convertidas en vida. Si el intestino grueso simboliza el inconsciente, el lado nocturno del cuerpo, el excremento representa el contenido del inconsciente. De ahí podemos deducir otro significado del estreñimiento: miedo a dejar salir a la luz el contenido del inconsciente.
Otros problemas:
-Los cólicos, o fuertes dolores abdominales, que muestran un rechazo al alimento (como en la diarrea) En el fondo no nos creemos merecedores de las cosas buenas que nos suceden
-La colitis es una inflamación del colon, producida por sentimientos de cólera.
-Los gases intestinales que señalan la existencia de un miedo a la pérdida que no está justificado, indican que nos preocupamos en exceso. Un exceso de gases puede originar incluso calambres.
-Los parásitos muestran que nos dejamos invadir, nos esforzamos por ser lo que otros quieren que seamos, renunciando a nuestra esencia.
-Cáncer de colon: viene a alertar al enfermo de que hay que limpiarse de los residuos psíquicos acumulados, así como de las ideas de culpa.
-Colon irritable: Se suele asociar con otra serie de patologías como son depresión, ansiedad, fibromialgia o fatiga crónica. Se complica con la agorafobia tipo “colon Irritable” se podría definir como un intenso miedo a situaciones en las que sientan que no van disponer de un cuarto de baño en caso de que se presenten los síntomas ya comentados. Esto puede hacer que la persona llegue a tener tanto miedo que no se alejen del baño y convierta su sistema digestivo en el centro de su vida; que sólo acudan a sitios que conozcan que van a tener servicios públicos disponibles, que hagan rutas hasta su lugar de estudio, trabajo o diversión en función de la disponibilidad o no de baños. En definitiva su vida y su libertad quedan muy restringidas. Lo que existe es un descontrol emocional ligado a la entrega al otro, llevado al último extremo.
Los afectados del intestino grueso deberían aprender a dar y regalar. A desprenderse de lo viejo, del pasado.
Lo que actuamos fuera, actúa dentro. Un ejercicio sanador para este último tramo de nuestro sistema digestivo, lo podríamos llamar “operación contenedor” y consiste en tirar al contenedor de basura durante 40 días, una bolsa llena de cosas inservibles de nuestro hogar. No olvidemos además que para que algo nuevo entre en nuestra vida, debe de salir algo viejo.
Plano Sin Fin
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