martes, 30 de julio de 2013


Te contaré una historia:
Un huevo de águila cayó en un gallinero. Cuando los pollitos y la cría del ave rapaz nacieron, todos fueron alimentados y cuidados por igual......Pasó el tiempo y la pequeña águila creía ser una gallina, imitaba todos sus movimientos y repetía el esquema establecido.
A veces miraba el cielo, admiraba el vuelo de aquellas aves que lo surcaban, y pensaba qué hermoso debía de ser volar así.....Sentía un fuerte impulso. "¡Volar, oh, volar!" En ocasiones creía que podría llegar a hacerlo: ¡Ilusa de mí, aspirar a lo que no soy!; pero entonces, ¿por qué intuyo que tal vez podría?, ¿por qué tira de mí con tanta fuerza?. Entristecida, abandonaba aquella utopía, pensaba que era una gallina y debía aceptarlo.
Pasó su vida en el gallinero. Nació, vivió y murió como gallina, y nunca lo fue.
La ignorancia y el miedo, el sentirse atada a un pasado con sus convencionalismos, el creer que tienes que repetir lo mismo, no te permitirá volar. Tu gallinero son las ideas preconcebidas que te atan.
Cada persona es un tesoro particular, una pieza de su puzle; es especial, diferente, con algo único que aportar al resto. Si no lo hace, quedará un hueco vació, su riqueza no se habrá manifestado.
Curso de vuelo para constructores de sueños- Marta Ligioiz

1 comentario:

  1. genial amiga nos pasamos la vida temiendo algo... yo personalmente cada vez estoy mas convencida de que es un error, y una perdida de tiempo, hay que intentar hacer todo aquello que nos plazca, para que no nos pase como a la pobre gallinita.

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